Después de mucha expectativa, se pudo concretar la primera noche de observación con el telescopio ya operativo. Eran muchas las suposiciones que se habían hecho sobre si se vería bien y que tan buena seria la calidad de imagen, pero finalmente gracias al padre Leonardo Amaro, conseguimos acceso al colegio en un horario que no era normal (21.00hs) para probar el nuevo instrumento. Abrimos el domo y la cúpula y avistamos la luna cerca del horizonte, ubicamos la escalera, y lentamente apuntamos el telescopio hacia nuestro único satélite natural, al principio costaba un poco y se tornaba un tanto incomodo, ya que no teníamos practica en el manejo de la montura mediante el movimiento únicamente de sus dos ejes. También nos encontramos con una sorpresa al ver que el movimiento realizado no correspondía con lo que veíamos en el ocular, ya que claro, la imagen vista esta invertida, con lo cual luego de intentar por un momento, nos acercamos a una zona cada vez mas brillante hasta apreciar una gran pelota blanca en el campo visual. Claramente ahora nos tocaba enfocar el astro, y ya hecho el enfoque, pudimos apreciar con gran detalle la inmensidad y la belleza de la luna, notando la gran cantidad de cráteres que la caracterizan. "Es como una naranja" fue el comentario de Leo, mientras apreciaba el inmenso cráter Tycho, el cual tiene una extensión enorme y le da ese aspecto a la luna como si fuera la base de este cítrico. También nos llevamos muchas otras sorpresas como la de asombrarnos al ver el tránsito de varios elementos por enfrente a ella mientras la observábamos suponiendo cualquier cosa menos lo que realmente era, que no eran nada mas que los satélites artificiales lanzados por el hombre que estaban en órbita, pero claramente al ser nuestros inicios en las observaciones de luna, nos llamo muchísimo la atención y jamás nos imaginamos que se pudiera apreciarlos de tal manera. Luego nos aventuramos a tratar de observar otros elementos, como Júpiter o algún elemento de espacio profundo, a lo cual, debido a nuestra elemental idea de lo que se podría ver, no pudimos encontrar nada, a lo cual volvimos a observar un rato mas los detalles de la luna y dimos por finalizada la noche de observación, con la gran satisfacción de saber que finalmente comprobamos que el telescopio funciona, que el proyecto era posible y todo el trabajo había valido la pena, algo que nos motivo mucho a seguir adelante ya que a pesar de poder ver ya, habían muchas cosas mas por ajustar antes de habilitarlo al publico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario